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sábado, 3 de enero de 2009

camino interior



Una anécdota zen en la que un discípulo le pregunta a su maestro por qué razón no explica las enseñanzas que entrega. El maestro entonces toma una naranja y le dice: -aquí tienes esta fruta ¿la quieres?- -Sí - responde el discípuloEl maestro la pela y pregunta de nuevo - ¿la quieres?- Si, claro - vuelve a responder.Entonces el maestro se la lleva a la boca, la mastica, la toma de entre sus dientes y le vuelve a preguntar:- Ahora, ¿la quieres?Podemos imaginar el resto de la historia

Si vas a La Gran Sabana y quieres llegar a Canaima para ver El Salto Ángel, existen muchas maneras de hacerlo, muchos caminos. Por un camino quizá te encuentres en una canoa atravesando hermosos riachuelos, vistas paradisíacas de una selva virgen con árboles antiquísimos. Por otro camino quizá no cruces ningún río, quizás no veas árboles antiquísimos, quizá sólo halles nubes que atisbas desde el aire y veas de lejos las bellezas porque las sobrevuelas hasta llegar a tu objetivo. Por un tercer camino quizá atraviesas por un vía de tierra hecha por los indios especialmente para turistas donde el trayecto se hace lento y descansadamente.

El camino interior conduce a la gran dimensión de la existencia humana: la que se vive cuando se ha silenciado la necesidad. Es pues, el camino de la lucidez y el silencio. De la libertad, el amor.

1 comentario:

Anónimo dijo...

He estado echando un vistazo por el blog al completo buena samaritana.En verdad crees eso del cambio climático?
Todo se reduce a una simpleza. El universo respira, esta vivo.
La tierra se contrae por su propio proceso universal.Nos acercamos y nos distanciamos del sistema a causa de esquemas no comprensibles para la mente de ahora "humana".
Yo te digo a ti buena samaritana despertad del letargo.La hora evolutiva ha llegado y no hay retorno.Todos los ocultos han comenzado a aportad al cosmos esencia pura.Espande el mensaje Y PEDID POR EL MUNDO no solo la tierra os necesita, ella puede aun renovarse pero a quien llamamos humanos les queda un único recurso.
(ECLIPSE)