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martes, 10 de febrero de 2009

yoga

Yoga significa unión, ya que la meta del Yoga es la unión de la conciencia con el principio Absoluto.




Ciertas personas han tratado de sondear los misterios de la mente, del intelecto, de las emociones, del sufrimiento y de la vida. Estas personas han sido verdaderamente laboratorios vivientes que se han aventurado en las profundas aguas del Ser.

Tradicionalmente en India, cuando los Yogis están en el ashrama sólo usan la versión indostana de un "short". Había una vez un Yogi que tenía dos de estas vestimentas. Lavaba una en el río y usaba la que estaba seca. Él no tenía problemas materiales y estaba profundamente absorto en su meditación. Pero una vez vino una rata y se comió una de las vestimentas. Cuando el Yogi terminó de meditar y se fue a cambiar de ropa, se dio cuenta que uno de sus pantalones o "caupinas" había sido destruida por la rata. Él no sabía que hacer, y se fue a la aldea más cercana. Allí le pidió consejo a un tendero que era amigo suyo. El tendero, quien estaba inclinado muy favorablemente hacia el Yogi, le dijo, "No hay ningún problema, te daré una nueva vestimenta y además te obsequiaré este gato, por que si tienes un gato, él no dejara que ninguna rata venga y se coma tus caupinas". El Yogi estaba muy feliz con el arreglo del tendero y regresó a su pequeña casita en el bosque. Cuando empezó a meditar otra vez, el gato vino y comenzó a frotar su cabeza en la pierna del Yogi y a maullar continuamente. El yogi tuvo que parar de meditar. Y sintiéndose muy disturbado, regresó donde el tendero y le dijo: "Mí querido señor, estoy muy disturbado. Este gato me causa problemas y perturba mi meditación. ¿Qué debo hacer?". El tendero le explicó inteligentemente lo que pasaba: "Esto sucede porque el gato tiene hambre y tienes que darle algo de leche. Pero ya que me caes muy bien, te donaré una vaca. Si tienes una vaca, te dará leche y así podrás alimentar al gato. No te creará más problemas". Muy Contento por la solución del tendero, el Yogi regresó con el gato y la vaca. Una vez se hubo sentado a meditar, la vaca (que estaba con dolores debido a la presión de la leche abundante de sus ubres) empezó a hacer mucho ruido y, finalmente, embistió al Yogi, quien estaba absorto en su meditación. El Yogi no supo que hacer, y regresó de nuevo con la vaca y el gato donde el tendero, pensando en devolvérselos de nuevo a su dueño. Pero el tendero dijo: "Mí Querido Yogi, puedo ver que tienes un problema, pero sé qué te puede ayudar, ya que conozco la solución adecuada para ti. Debes casarte. Te daré a mi hija en matrimonio y ella cuidará de la vaca, la ordeñará, le dará la leche al gato y así el gato se comerá los ratones y no habrá más problemas. Y ella también cuidará de ti".
Convencido por el tendero, el Yogi se casó y regresó con su esposa a su hogar. Al acercarse a la casa, él pensaba, "finalmente podré meditar en paz". Cuando su esposa llegó a la orilla del río y divisó la casita de paja, le preguntó: "Mi querido esposo, ¿dónde está mi casa? ¿Dónde están mis ollas? ¿Dónde está mi cama? ¿Y dónde hay dinero para comprar todas estas cosas que necesito? ¿Cómo es que esperas que yo viva aquí contigo? No tienes nada arreglado. ¿Y cuál es tu trabajo? Yo no puedo vivir así". De esta manera, la esposa empezó a gritarle al yogi recién casado.
Completamente frustrado en su esfuerzo por encontrar la paz, el Yogi regresó donde el tendero con todo lo que éste le había dado, y le dijo: "Mi querido señor, aquí ha habido un malentendido. Por favor, reciba de nuevo los regalos que me ha dado en forma de gato, vaca y esposa. ¡Prefiero vivir con una sola de mis caupinas!".


1 comentario:

Anónimo dijo...

La Parabola nos recuerda que cuanto mas tienes mas necesitamos y yo pienso mejor no tener nada y así no tenemos problemas con nosotros ya tenemos bastante me a encantado.